El pasado mes de mayo cumplió su primer año nuestro
peque más grandullón. Y mi regalo de cumpleaños para este bombón
fue una pelota de lo más colorida y suave. Está rellena de forma que la pueda
coger muy bien y, al mismo tiempo, un poco blandita porque este caballerete
todavía es un pequeñín y no queremos que se haga daño.
Y, para que jugar a lanzar la pelota sea aún
más divertido, le he añadido al relleno una especie de sonajero que emite un
tintineo de lo más dulce.
Para hacer esta pelota me he inspirado en un modelo publicado en una revista japonesa y está hecha de pentágonos tejidos siguiendo el patrón de Hodge Podge Crochet que he unido siguiendo la tradicional técnica del ensayo y error que tanto me gusta ;-)
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